¿Crees que cualquier entrenamiento es bueno? Pues no lo creas. Aunque sea cierto que debes intentar superar tus límites día a día, no es menos cierto que necesitas conocerlos y equilibrar tu entrenamiento con periodos adecuados de recuperación y descanso. Si no dedicas suficiente tiempo a que tu cuerpo se recupere, acabarás por notar los síntomas del cansancio físico y mental y aumentarás el riesgo de lesiones, desvirtuando cualquier logro conseguido con tu trabajo.
Si entrenas en exceso, puedes notar alguno de estos síntomas:
- Una constante disminución, aparentemente inexplicable, del rendimiento
- Fatiga
- Falta de concentración
- Músculos pesados, sobrecargados y con agujetas
- Depresión
- Falta de un sueño reparador
- Irritabilidad
- Ansiedad
- Pérdida anormal de peso
- Desórdenes alimenticios
Para evitar el sobreentrenamiento, escucha a tu cuerpo, come bien, tómate tu tiempo para practicar ejercicios de regeneración, como el automasaje, y duerme lo suficiente. Lucha contra los efectos negativos de la fatiga para que tu cuerpo pueda adaptarse y sea capaz de hacer frente a las exigencias de tu estilo de vida y del deporte que practicas. Para más información sobre todo lo relacionado con la recuperación, consulta "Cómo reducir las lesiones y mejorar tu rendimiento con ejercicios de recuperación".
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